martes, octubre 31, 2006




El vendedor de diarios que grita en mi ventana tiene cinco hijos que alegran sus mañanas que lo sacan de un salto de su camastro pobre y lo llevan corriendo por las cuadras.
El vendedor de diarios que grita en mi ventana tiene una compañera tan pura como el agua esa que cae a veces a torrentes del cielo para regar la espiga que la patria desgrana. También tiene una pena y es justo que la tenga es un hombre común poco sabe de letras bajo su brazo el mundo se pasea en silencio pero él no lo conoce porque no tiene tiempo.

Hay que ganarse el pan, me dijo una mañana cuando le hablé de Chile, de Chile de la patria yo en pijama de seda él todo de mezclilla con un parche grandote por ahi en la rodilla. Tengo canas me dijo ¿ve usted? tengo canas y cada una de ellas me muestra una mañana de frío de esperanza, de llorar, mi pobreza gritando otros problemas los míos no interesan. Perdone caballero me dijo el mundo es una mierda y una lágrima amarga de miseria le cayó de la cara brillante como joya empapando en un diario el gordo de la polla. Después se fue corriendo quizás porque no quiso llorar ante un muchacho que puede ser su hijo y me dejó pensando en el río de sangre que tiene que llorar el mundo para matar el hambre el vendedor de diario que grita en mi ventana es un hombre, un hombre, los demás no son nada.


Tito Fernandez "El Temucano"