De repente reconocí que soy infinita, de pronto tuve conciencia de ese hecho...pero la magistralidad de reconocerme fue atemporal, anacrónica, porque en aquella inmensidad abrí los ojos y me di cuenta de que el tiempo no existe, que es un juego de este gran parque de diversiones, de repente entendí porque me perdía...porque dentro de mi había un llanura y yo era la llanura misma, una inmensidad que me hacia derramarme como el agua, sin saber a donde, solo plena y temerosa sin control y llena de estrellas...
de repente me dio nostalgia y terror, encontrar la manera de contenerme ante el mundo de la inmediatez, y así me sentí a ratos, no entendida, no decifrada, totalmente encerrada en una formula biológica estúpida...
de repente me dio tristeza saber que muchos no han cobrado conciencia de su inmensidad , que disfrutan febrilmente de encerrar al universo en una cajita de madera con la etiqueta " vida", y es que eso es impensable....
de repente fui feliz fluyendo y sabiendo que la vida que respiro pasa a través de mi....y yo la convierto en la magia, en el agua, la estrella y la llanura.....que sale de mi como un aliento de Dios...o como el fuego de los infiernos.....
de repente supe que nunca supe nada de nadie...sino de mi...y no me había dado cuenta....
Pequeña Flor
Pequeña Flor