Como arden las heridas cuando se reabren solo para echarles sal...y sanarlas,...
de esos latigazos que quise recibir, están una a una...abierta como una misma herida...con el mismo nombre con el mismo sentimiento...
A oscuras y desnuda, descalza y desprotegida enteramente débil, anémica y enrojecida, ahí estas en el suelo frio y temblando....
Siendo feliz por reconocer de la mano del amo...el latigo castigador, buscando yo misma la vara que me desangre de a poco....las entrañas.....
Con rostros distintos, pero con el mismo puño que golpea y golpea...una y otra vez...
Me quito en antifaz, me levanto débil del suelo duro intentando ver la luz a través de la montaña....
sabiéndome única esclava y ama de mis pieles emocionales....
queriendo levantarme y sabiendo que siempre pude..., rompiendo las cadenas de mis propia identidad...ya perdida y tenue en medio de tantos latigazos...
me levanto sin gemir...sin mirar al amo otorgándole la vara ...me levanto y miro al espejo el golpeado rostro de esa mujer que es ella y que soy yo,....sabiendo que la vara aun esta en mis manos...el látigo....al lado de mi cama....me mira inerte...
y decido ponerme en pie y reabrir las heridas y ponerles un poco de sal....
sin implorar ni pedir perdón...me miro a mi misma...y camino erguida en medio de sombras....
temblando del ardor que me produce la sustancia mordiente y salina...que me hará mirar mas allá...de lo que he mirado antes...mas allá mirando un horizonte distinto, saliendo de la caverna, que soy yo misma...
liberando mis cadenas......levantándome y sabiendo que siempre, siempre pude caminar sola...y libre...
me abrazo al árbol y miro la nube.....
me lleno de la brisa fría que me acaricia...y no me derrite....
ya dejo de temblar.....la sal aun arde....y el camino es largo....pero de pie ya veo la cúspide de la montaña....quizá halla tantos látigos como átomos en el universo esperando ser usados...sobre pieles blancas y suaves...esperando enrojecerlas y hacerlas sangrar.....
Esa noche...el amo y el servidor se retiran....
para sentarse a la luz de la luna desnudos a celebrar la sal de sus heridas...