Eros una madrugada de Noviembre

Fotografía de Martin Kovalik

La noche se perdió en tu pelo
la luna se aferro a tu piel
y el mar se sintió celoso
y quiso en tus ojos estar el también

Tu boca sensual peligrosa
tus manos la dulzura son
tu aliento fatal fuego lento
que quema mis ansias y mi corazón

ternura que sin prisa apuras
caricias que brinda el amor
caprichos muy despacio dichos
entre la penumbra de un sol interior

te quiero y ya nada importa
la vida lo ha dictado asi
si quieres yo te doy el mundo
pero no me pidas que no te ame asi

''Penumbras''

cual opio...seduce, eso es vivir.