Ese cansancio que da el deseo desbordado, esa piel mojada, y el cabello despeinado, sabes? entre beso y beso perdí un zarcillo que adoraba, sin embargo pague con gusto el precio, pues el movimiento frenético y acompasado de nuestros cuerpos hacia que me importara nada lo que pasaba afuera, lo que se deslizaba o de mi se caía, la falda por ejemplo, aquel montón de tela estampada, de flores y lunares, que evocaban esas gitanas de tiempos ancestrales...., se iba moviendo, si y de pronto ya no estaba, el lazo se deshizo, así como me deshacía yo lentamente en tus brazos, brazos con los que soñé desde hace mucho, cada vez que veo el zarcillo que me quedo, me recuerda de inmediato, esa noche de media luz, trago de fruta y queso azul...,de sudor, de música, de respiros acelerados, de abrazos y besos, de flores y lunares....