Con esa mirada vacía, clara, transparente, recipiente que
aun no encuentra su sitio en el mundo, ojos con sed de vivencia, de sentir,….
Miran ese chaman con ojos llenos de sabiduría infinita,
labrada con cada sol y cada luna, con pesares, alegrías, errores, aciertos, un
ser que logro integrar su mente, cuerpo, emociones,
El maestro y el discipulo por fin se han encontrado, ha
pasado mucho tiempo antes de que el mágico y trascendental encuentro pueda
darse, miradas cruzadas, que danzan…
El discípulo baja la cabeza en señal de honra y el maestro
le mira con ternura y fortaleza, convirtiendo aquel instante, en portal, en
llave y puerta, que el discípulo podrá atravesar, y así la vida va pasando, de
maestro a discípulo , rituales de paso
que marcaran la existencia de muchos, y asi se teje la vida.