Siempre llevo mi maleta de sueños, a donde vaya y como vaya, a pie, en tren, avión o decida esperar en un banco de plaza ...
Intactos están mis sueños, bien doblados,y atiborrados para que quepan en mi modesta maleta, hecha de experiencias, sudor, lagrimas y placeres, ahí voy siempre anhelando abrirla, desempacar en cualquier nuevo lugar