Entaconada, cansada, con los pies adoloridos, cartera en mano y lonchera azul, llegue acalorada y me encuentro la dueña de la casa, contrato en mano, sonriente, entregando a sus inquilinos, inquilinos de esta " vecindad" que no es precisamente la del chavo, sino una bien venezolana, el documento de arrendamiento que vence cada seis meses? ya no recuerdo cada cuanto....y con cada vencimiento llega el aumento....( tiemblo) un poco , sin embargo tomo las hojas plenas de letras formales y cédulas y números lo coloco en la pequeña mesita del comedor....lanzo la cartera, me siento en la cama y mientras me quito los zapatos respiro, cierro los ojos y pronuncio un GRACIAS, Gracias porque siempre tengo el dinero para pagar, porque vivo tranquila, porque tengo una cama cálida para dormir, porque me gusta mi lugar, pleno de detalles, y de armonía y digo Gracias, porque tengo trabajo, porque sea como sea, siempre puedo costear mis gastos sola, porque mi nevera tiene comida y porque un cuando de cuando en cuando, puede haber algo de recorte presupuestario, vivo a gusto, vivo plena.....
una vez mas digo Gracias y tomo una bocanada de aire....
Y brindo por mi, por mis ganas, por mi fuerza, por esta mujer en la que me he convertido y por la que voy siendo en el camino....